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A diferencia de la educación académica y profesional, la educación de los valores no es algo que se considere como un proceso educacional estricto para lograr ciertas metas. Dicho esto, la educación o no educación de valores de una persona afectan cualquier etapa de su vida en diferentes aspectos. Ya que son precisamente los valores aquellos principios que permiten la toman de decisiones apropiadas con respecto a nuestro futuro inmediato y el de las personas que nos rodean.

La falta de valores en la sociedad

En la actualidad, todos somos víctimas de las consecuencias ocasionadas por la falta de valores en nuestra sociedad. Lo cual tiene sus raíces en el descuido por parte de nuestros padres, abuelos y demás allegados que dejaron de lado la enseñanza que requiere todo ser humano con respecto a lo que está bien o mal, lo cual no se entiende sólo mediante palabras, sino mayormente a través de los ejemplos que observamos en nuestro hogar.

Razón por la cual, la importancia de educar a una persona, especialmente a los niños en cuanto a los valores, recae sobre la personalidad que estos tendrán a lo largo de su vida. Pues todas sus acciones y decisiones se verán condicionadas por la aplicación de sus valores y la relevancia de los mismos, es por esto, que la educación de los valores debe comenzar principalmente en casa.

La educación en valores se hace en casa

Para lograr que sus hijos, quienes siendo pequeños desconocen las consecuencias de cualquiera de sus acciones, se desarrollen como personas empáticas, coherentes y que siguen principios, deben enfocarse en la educación continua de sus valores, evitando que estos se dejen llevar por sus emociones.

La mejor forma de lograr el entendimiento de conceptos como el respeto, la tolerancia y la honestidad, es necesario resaltar su importancia a través de acciones que permitan resultados favorables tanto para la persona, en este caso, el niño, como para quienes lo rodean, de tal forma entenderá que mediante la aplicación de dichos valores puede alcanzar sus propios objetivos sin generar consecuencias adversas.

A pesar del avance y desarrollo del ámbito educacional, para la suerte de los más necesitados, la utilización de antiguas estrategias que incentiven el aprendizaje y desarrollo educativo de los más pequeños, siguen siendo recursos necesarios dentro de un aula de clases, especialmente al trabajar con niños.

El arte para impartir conocimientos

En la utilización de materiales didácticos como rompecabezas, objetos desarmables y juguetes educativos, los títeres, desde hace mucho tiempo siguen siendo una de las herramientas más usadas por los docentes a la hora de incluir la diversión y el colorido en el proceso de enseñanza.

Con la finalidad de rescatar o motivar el encanto del arte como recurso para impartir conocimientos, los docentes realizan actividades que incluyan la elaboración y posterior utilización de títeres, pues mediante la dirección de estos peculiares muñecos de trapo o unión de materiales reciclables, se puede lograr desarrollar una actividad que al principio puede aburrir a los niños, convirtiéndola en una obra que no sólo los divertirá de principio a fin, sino que también promueve la autoconfianza en sus habilidades y creatividad.

La importancia de los títeres en el aula

El manejo de títeres permite la comprensión y expresión del lenguaje en los niños, elementos fundamentales de la comunicación, que además posibilitan la exteriorización de sus ideas, pensamientos, emociones y sentimientos, a través de símbolos verbales y no verbales, factores que sirven como base principal para el proceso de lectura y escritura.

Y de esta forma, a través de su participación al controlar un títere para realizar diversas actividades, mejora su capacidad visual y auditiva en la asociación de signos, símbolos, imágenes y sonidos que forman parte de su lenguaje, como proceso inicial de la lectura, incentivando el disfrute y gusto por la misma.

Además, a través de obras representadas por títeres, al incluir el lado creativo y curioso de los niños, se fomenta la importancia de la lectura y el placer por la misma al descubrir nuevos mundos e ideas a partir de una historia o escena.

A pesar de la incorporación continua que se le da a los padres y representantes dentro del ambiente educacional al que pertenecen sus niños, sigue sin ser esta inclusión una de las estrategias que incentiva la enseñanza y el aprendizaje de los más pequeños.

Los padres para reforzar la confianza de los niños

Pues es sabido que hoy en día, la participación de los padres en las aulas de clase se refiere al cuidado o incluso sobreprotección de muchos de ellos para con sus hijos, en lugar de tratarse de una participación que mejore el proceso de aprendizaje.

Dicho esto, también se ha confirmado que la participación de los padres en las actividades escolares en las que trabajan sus hijos es una estrategia que refuerza la seguridad y confianza de los niños ante la adaptación y aceptación de nuevos ambientes.

Al ver que sus padres pueden participar del mismo ambiente que ellos y a su vez formar parte de una actividad que ellos realizan diariamente, es el incentivo clave para que estos se vean motivados a cumplir con las expectativas de aprendizaje, incluso, los niños llegan a explotar sus capacidades con la ilusión de complacer a sus padres y además demostrarle de lo que son capaces con y sin su ayuda.

Actividades que disfruten ambas partes

Por tanto, una de las mejores maneras de incentivar el proceso de aprendizaje en los más pequeños es la incorporación de sus padres a actividades que permitan el disfrute y colaboración de ambas partes, lo cual además significa el aprovechamiento del vínculo familiar para crear un ambiente agradable e ideal para un desarrollo educativo e integral de manera independiente e individual por parte de los niños.

Bailes, juegos, exposiciones, actividades físicas y didácticas son apenas algunas de las alternativas que sirven para fomentar el proceso educativo y a la vez, atraer la atención tanto de los niños como de sus padres, quienes en muchas oportunidades también requieren de este tipo de actividades para crear una conexión ideal que colabore con el desarrollo mental y físico de sus hijos.

Sin duda alguna, una de las tareas más complicadas para los padres de hoy en día es la consolidación del proceso de aprendizaje y enseñanza de sus hijos en el hogar, pues gracias a las diversas distracciones y dispositivos de entretenimiento a los que hoy se encuentran expuestos los niños y adolescente, el motivarlos a realizar una actividad relacionada directamente con su desarrollo académico, es casi una misión imposible.

Aprovechar el tiempo libre de los pequeños para un aprendizaje entretenido

Pues el tiempo libre de sus hijos parece pertenecer exclusivamente al tiempo que pasan frente a un ordenador, la televisión o el teléfono celular, y aunque esto pueda ser gracias al mismo descuido de los padres, una vez que se encuentran dentro de ese círculo vicioso, la tarea por alejarlos de estos dispositivos se hace monumental.

Es por esta razón que, desde las primeras etapas de su crecimiento, los padres deben motivar e incentivar a sus hijos a la participación en actividades físicas o culturales que permitan la consolidación del proceso enseñanza-aprendizaje al que pertenecen o formarán parte en un futuro cercano.

Pues el tiempo libre es el momento ideal para que estos pertenezcan a un espacio que mantenga el desarrollo físico y mental a su mejor nivel, lo cual no sólo favorecerá en su creatividad y capacidad de desarrollar habilidades intelectuales y de rendimiento físico, sino que también se encargaran de condicionar su cuerpo y mente para afrontar cualquier reto académico y de aprendizaje.

Deportes y arte

Los deportes y actividades relacionadas con el arte son las mejores áreas en las que los niños pueden invertir su tiempo libre para fortalecer su desarrollo educativo, pues además de permitir el desarrollo de nuevas habilidades, fomenta su creatividad y capacidad de enseñar a otros y aprender de manera independiente sobre nuevas actividades y destrezas que pueden realizar dentro y fuera de su ambiente académico.

Incluso para los adolescentes y adultos, invertir eficazmente en su tiempo libre representa grandes beneficios a la hora de realizar sus actividades académicas o laborales, ya que los mantienen en un ciclo activo de reacción y efectividad sea cual sea la situación a la que se enfrentan.

A pesar de la existencia de diversos métodos de enseñanza o modelos didácticos educativos enfocados en el adiestramiento de la lectura, sin conformarse con los métodos tradicionales, como lo son el alfabético y el fonético, se continuó la búsqueda de un método que agilizara la enseñanza en la lectura.

Fueron los pedagogos Federico Gedike y Samiel Heinicke quienes dieron con el método silábico, basándose en la afirmación de que, la mínima unidad de aprendizaje es la sílaba, crearon un método de enseñanza de la lectura al que llamaron método silábico.

En qué consiste el método silábico para aprender a leer

El cual consiste en el aprendizaje de las vocales y luego las consonantes, con el resultado de que ambas, en conjunto, formarán sílabas que se convertirán en palabras. En el método silábico, primero se combina cada consonante con las cinco vocales en sílabas directas (ba, be, bi, bo, bu), para posteriormente crear oraciones en base a este conocimiento. Luego, se procede a crear sílabas a partir de la combinación de consonantes con vocales, pero esta vez, en sílabas inversas (al, el, il, ol, ul).

Una vez superada esa etapa, se considerarán ahora las sílabas mixtas, diptongos, triptongos y sílabas de cuatro letras, conocidas como las sílabas complejas.

Ventajas y desventajas del método silábico

El método silábico es un proceso de enseñanza rápido, puesto que los conocimientos comienzan desde lo más básico, como lo son las vocales, seguido de las consonantes y las combinaciones entre ambas, que ya darían lugar al conocimiento de las sílabas.

Pero, este proceso de aprendizaje puede convertirse en un método monótono, especialmente para los niños, ya que sólo se ejercita su capacidad de memoria. Además, el método silábico, aunque se encuentre enfocado a la enseñanza de la lectura, podría contribuir con una lectura mecánica y sin significado, lo cual implicaría problemas de comprensión lectora, ya que no se estimula el área cognitiva ni psicolingüística, lo que también limitaría una comunicación oral fluida y eficaz.